Supongo que si volviera a olerte, sabría que eres tú, que si me besan con los ojos vendados, reconocería tu forma de comerme la boca, casi violenta. Pero tampoco me recreo demasiado pensando en eso, ya que no pasaría. Empezando porque es difícil que nos encontráramos, incluso que viéndonos, llegáramos a cruzar palabra.
Supongo que éramos las personas equivocadas, y que el momento era más equivocado aún, a mi que me encanta hacer de rabiar, mosquearme, y hacerte mil trampas para que me prestarás atención, y tú que me prestabas atención para no pensar en ella.
Supongo que ambos lo intentamos, pero sin fuerzas, sin ganas, con más rabia con cariño, ganas, sólo eso, ganas.
Ganas de ser desconocidos, conocernos, y volvernos a desconocer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario